Aguas amargas
Números 5: 11-31
Introducción:
Lo que deseo hoy es lograr presentarles tres puntos
importantes de este mensaje
- Primero
quiero explicar este capítulo
- Segundo
quiero presentarles algunos ejemplos
- Tercero
quiero hallar algún consuelo
- Así que quiero empezar explicando este capítulo
- ·
Compromiso – ser infieles a nuestro compromiso
Como cristianos entramos a un compromiso directamente
con Dios, esto es un acto de suma importancia para él. Un compromiso que lleva
consigo la fidelidad a una convicción de vivir para agradar a Dios. Muchos
cristianos hoy por hoy son los más farsantes en la historia de la humanidad,
porque dicen tener una convicción, que sostienen la verdad en sus vidas, pero
sus actos son contrarios a este compromiso.
Por esto los cristianos de hoy somos tan
criticados por la falta de compromiso con la verdad de Dios, con las
convicciones que supuestamente sostenemos. Que despreciable se hace el hombre
que dice ser una persona comprensiva con todos pero en su hogar es el menos
compresivo. La peor calaña de engañadores que no son fieles a sus
convicciones. No son fieles a la verdad.
En todos los relatos bíblicos se puede ver
a Dios que espera de sus hijos una conducta conforme a la que él quiere que
tengan y que ellos mismos han adoptado como propia. Pero siempre se ve como
esos falsos hijos desobedecen a su Padre y él obra como un Dios celoso.
Los celos surgen por la infidelidad, cuando
el esposo sospecha que su mujer anda haciendo cosas extrañas, cuando su
comportamiento cambia y la forma de relacionarse con su esposo ya no es con el
amor que profesaba antes. Podemos imaginarnos un sin número de situaciones en
las que él o una esposa llegan a sentir celos.
Los celos son lo más amargo para el alma,
puesto que la persona duda del amor que le profesa, duda de las palabras
hermosas y halagadoras que le dice su pareja; siente que el amor del otro se ha
enfriado y que tal vez le está siendo infiel con otro.
En nosotros como seres humanos esta la duda
porque no podremos asegurar nada, puesto que el engaño se hace en lo oculto,
pero para Dios es un hecho, él lo ve y su celo se enciende contra los que dicen
tener un compromiso con él y le fallan, para él no son más que farsantes
tratando de aparentar.
- ·
Infidelidad – sin haber testigos, sin que nadie
lo vea
Este hombre que sospecha que su esposa es
infiel al compromiso, quiere saber la verdad, así que la lleva a juicio. Pero no
tiene pruebas, pues quien va a ser infiel a la luz de todos. Por lo general
cuando se da una infidelidad es en lo oculto, un infiel no quiere que nadie
sepa de su infidelidad. Un infiel trata de encubrir todas las huellas de su
delito.
Los infieles tienen que vivir con una doble
moral, ya que en su intento de encubrir su error tienen que inventar excusa
tras excusa, mentira tras mentira. Toda su vida en ese momento es un edificio
construido por mentiras, que como los edificios construidos por naipes muy
pronto van a caer.
Así es la vida de un cristiano que asiste a
la iglesia, lee la biblia, ayuna y ora como los demás cristianos. En muchas ocasiones
da las mejores ofrendas, también ofrece servicios a los necesitados. Pero en lo
oculto realiza toda clase de mal aun peor que un inconverso.
Su vida es una sarta de mentiras, construidas
y entre tejidas para mantener su apariencia de santo pero es el peor de los
infieles.
- ·
Aguas amargas (Espíritu Santo manchado con
pecaminosidad)
Ahora que a esta mujer el sacerdote le hace
tomar estas aguas amarga, para ella se convierte en maldición por causa de su
infidelidad. El Espíritu Santo tiene su simbolismo bíblico como la tipificación
del agua.
Sucede que el sacerdote debe tomar las
aguas santas y debe ensuciarlas con la tierra y así si la mujer ha sido infiel
se convertirán en amargas.
Que gran peligro es combinar el Espíritu
Santo con los pecados humanos, cuanta amargura no han traído para aquellos
infieles que hoy se revuelcan por la amargura que esto les produce.
Querido amigo puedes recordar todas esas
veces que fallaste y al recordar la palabra de Dios te fue amargo, que al
asistir a la iglesia para ti fue una tortura. Muchas veces en tu cabeza se
escuchaba el eco de la conciencia repitiéndote lo farsante que eras por acudir
a la iglesia siendo que eras un gran pecador, peor que los demás.
Tal vez no te has dado cuenta de lo
peligroso que es combinar el Espíritu Santo con la infidelidad. Debes pensar si
eres capaz de seguir una vida de esta forma, es deber tuyo definirte si quieres
seguir una vida con esta amargura. Todo aquel que ha adquirido un compromiso
tendrá que guardar la fidelidad.
Pero es más fácil la vida para alguien que
no adquiere un compromiso tal con Dios, porque esta amargura no lo atormentará,
pero para el cristiano infiel, si sigue viviendo su vida de esta manera, hasta
su muerte todo será una amargura.
Lo que debería ser de bendición para el ser
humano llega a convertirse en maldición. El propósito del compromiso de una
pareja es que sea algo de bendición y no lo contrario, solo a los que no son
fieles a ese compromiso son a los que se les convierte en una maldición.
Nadie está obligado a entrar a este
compromiso, todos puede vivir libres del compromiso con Dios. Es claro que Dios
quiere que todos pudieran entrar a este compromiso para que sea una bendición
para su alma. Pero resulta que el Espíritu Santo que purifica esta relación
entre Dios y los hombres, no por si, sino por causa del pecado es que se convierte
en una maldición para el hombre infiel al compromiso. La infidelidad y el
compromiso no pueden vivir juntos.
En una relación de pareja mutuamente ambos
se convierten en el objeto de su amor. Ambos quieren darse lo mejor de sí mismos y lograr la
satisfacción el uno del otro, eso es convertir en objeto de amor a la otra
persona. Siempre a los que amamos queremos volverlos objetos de nuestro amor. Porque
¿de qué serviría el amor si no hay a quien amar, a quien darle la expresión de
nuestro amor?
Dios quiere darnos la mejor expresión de su
amor, darnos lo mejor de sí puesto que nos ama. Pero qué terrible es saber que
alguien se convierta en objeto de maldición, eso quiere decir que todo el odio
y lo peor de sí se entrega a alguien con total desprecio y repugnancia.
Convertirse en el objeto de maldición de
alguien es terrible, pero convertirse en objeto de maldición para Dios es la
peor experiencia que puede tener un infiel al compromiso que ha adquirido.
Dios es amor, pero los infieles al
compromiso se convierten en objeto de maldición.
- ·
Las aguas hacen efecto instantáneamente
No creas que la vida que llevas hasta hoy,
de hipocresía, de infidelidad va a pasar sin un castigo. Si no te arrepientes
de tu corazón perverso y endurecido muy pronto llegará tu castigo. Así como el
agua hacia efecto inmediato, también muy pronto llegará el castigo para los
falsos, para los perversos que dicen tener un compromiso con Dios pero que no
son fieles a ese compromiso.
¿Acaso crees que te salvaras del castigo por
tu falta de compromiso con tu Dios? créeme que muy pronto recibirás tu castigo,
te vas a convertir en el objeto de su maldición. Todo su enojo caerá principalmente
sobre los hipócritas y falsos. Esta promesa de castigo no es para los no
creyentes sino para los que han adquirido un compromiso con Dios.
Es claro que todo pecador recibirá el castigo
por sus malos caminos pero el peor castigo será para los falsos e hipócritas.
Ya habiendo escuchado la explicación de este capítulo
seguiré con los ejemplos en el próximo blog.